Su ingreso a la Sonora Matancera marco una era llena de éxito, para algunos controversial, llena de disciplina, pero indudablemente responsable de buena parte de los logros de la agrupación Yumurina; cumpliría siete años cuando la agrupación de su tierra, iniciaría labores como Tuna Liberal con una connotación eminentemente política, siendo el presidente de los cubanos por aquellos años don Alfredo Zayas Alfonso. Rogelio hijo de Español y cubana tiene en su padre José, una gran influencia para acoger la guitarra española como el instrumento que lo acompañaría por su trasegar musical.
ROGELIO MARTINEZ DIAZ, llega al mundo en Matanzas el día siete de septiembre hace ya 111 años, apoyaba a su padre en la atención de la taberna la “Dichosa”, mientras incursionaba en la música haciendo pasantías con la agrupación que en el 1926 ya se conocía como “El Sexteto Soprano”, en los tiempos de don Julio Govín, Domingo Medina y Juan Bautista Llopis como guitarristas (1); a su ingreso coincidentemente se convertiría en La Estudiantina Sonora Matancera.
Curiosamente el 12 de enero de 1927, la agrupación matancera por sugerencia de don Valentín viaja con sus nuevos integrantes aparentemente por una corta temporada a la Habana, en realidad, la capital de la Isla se va convirtiendo en el nuevo hogar de los muchachos de la agrupación quienes empezaron paulatinamente a traer sus familias empezando por don Valentín y Pablo Vásquez Govín “Bubu” (Padre de Elpidio y Javier).
A final de este año, la Estudiantina, con Rogelio en su nomina, realiza sus dos primeras grabaciones con el sello independiente VICTOR en la Habana, en el lugar conocido como Molino Rojo, que años después se convertiría en el afamado “Montmartre”, (2) donde se incluye una composición de don Valentín Titulada “El Porque de tus Ojos” y “Fuera fuera Chino” del Guitarista don José Manuel Varela quien había recomendado un año atrás a “Caito” a la Estudiantina.
Para el 1930, Rogelio participa junto a “Caito”, en históricas grabaciones en la Habana con el connotado pianista Antonio María Romeu y su danzonera y algunas presentaciones con la de Belisario López, en el 1931, que contaba entre otros con Don Belisario como director y flutista, Juan Quevedo y Humberto trigo en los violínes, Raúl Valdespi en el piano (años después sustituido por Facundo Rivero), Guillermo Malhiere, contrabajo; Aurelio Valdés en el Guiro y Gerardo Cabrera en el timbal. Recordamos lo grabado con don Antonio, las piezas fueron: “Amolarte Quisiera”, “A chapear nos manda el mayoral”, “Los Chamacos” y “Caliente los tamales”.
Para el 1932, participa en el nuevo cambio de nombre de la agrupación conociéndose por espacio de 12 años como “Sonora Matancera”, todo ello con el beneplácito de don Valentín Cané su recordado fundador y director. En ese mismo año se produce el primer contrato para presentaciones radiales en una estación de propiedad de los hermanos Joaquín y Domingo Fernández, quienes a la vez eran propietarios del almacén de eléctricos “El progreso Cubano”, la estación fue identificada a partir del 15 de diciembre de 1929 como la “CMBC- Progreso Cubano”, ubicada durante la década del treinta en Máximo Gómez; a partir de 1940, se trasladan a los bajos del Centro Gallego, en San José número 104, entre Prado y Consulado; periodo en el que se decide identificar la estación como “Radio Progreso la onda de la Alegría”. Lo particular del contrato es que lo que inicio como una vinculación temporal se prorrogo hasta el 1959 (3); once de los cuales tuvieron la firma de Rogelio Martínez. La estación cumplirá este 15 de diciembre 85 años al aire.
Es este el periodo donde Rogelio, se va convirtiendo en colíder de la agrupación, pues apoya a Cané en la organización, temas de publicidad y contratos en bailes. En los primeros trabajos Rogelio y Caito hacían coros a gran compositor José Manuel Varela; se recuerdan piezas compuestas y cantadas por este ultimo: “Anoche me fui de fiesta” “El quita penas” y “María Salomé”, creemos que este ultimo numero motivó años después la novela que se emitió con ese nombre de la autoría de Inés Rodena.
Para iniciar la década de los cuarenta, la agrupación Matancera inicia un periodo de grandes éxitos, firmando inicialmente un contrato para presentaciones con la radio RHC Cadena azul, fundada en el mes de octubre de 1939 de propiedad de don Amado Trinidad Velasco a partir del siguiente año; para el 1944 como es conocido se dan cinco importantes hechos en los que Rogelio tiene gran figuración; La Matancera se convierte en Conjunto, siguiendo los lineamientos del formato de Arsenio (en el 1941 ya lo había hecho “El Conjunto Casino”); incorporando al piano al gran Lino Frías, procedente justamente del Conjunto de Arsenio, e ingresa el trompetista Pedro Knight , llega finalizando el año, una voz que se convierte en insignia; el señor Bienvenido Rosendo Granda Aguilera, procedente del cuarteo Marcano, había hecho parte previamente del Septeto Nacional de Piñeiro; sustituyendo increíblemente al hijo de don Valentín, nombrado Humberto Cané, quien por ciertas diferencias conceptuales decide dar un paso al costado.
En el 1947, figurativamente como co-director con su gran habilidad comercial, convence a Don Valentín para desarrollar algunas grabaciones con el sello Stinson, de propiedad de José Granados, actuando como “Conjunto Tropicavana”, pues tenían contrato firmado con la Panart, fundada en el 1944 por el Ingeniero Ramón Sabat.
Es el año 1948, trascendental, en los destinos del Conjunto, por quebrantos de salud don Valentín quien oficiaba como tumbador decide retirarse, siendo nombrado en propiedad como director del Conjunto Sonora Matancera, don Rogelio Martínez Díaz, quien venía actuado como corista y guitarrista. Igualmente es nombrado presidente de la MRT, que en realidad era la Asociación de autores y compositores de Cuba.
Le corresponde ya como director hacer una histórica vinculación, que da comienzo a la internacionalización cultural de la agrupación Yumurina con la llegada de Daniel Doroteo Santos Betancur; al año siguiente da continuidad al concepto y lleva la primera figura femenina que cantara con ellos nos referimos a Myrta Blanca Silva Oliveros, iniciando grabaciones con “Que corto es el amor”. Crea un modelo a partir de allí, invitando permanentemente voces que previa evaluación se convertían en grandes figuras de la canción tanto en Cuba como Hispanoamérica.
La alineación para final del 1948, queda como sigue: Rogelio Martínez Díaz, como director, corista y guitarrista; Pablo “Bubu” Vásquez Govín, en el bajo, Ángel Alfonso Furias, Yiyo, en la tumbadora. (Reemplazando a don Valentín),
José Rosario “Manteca” Chávez, Manteca, en el timbal; Calixto Leicea Castillo, como primer trompeta y Pedro Night Caraballo, segunda trompeta; en el piano Lino Frías Gómez, Carlos Manuel “Caito” Díaz Alonso, en las maracas, y coros; Daniel Santos Betancur como cantante y Bienvenido Granda, en la clave, cantante y corista.
El 05 de diciembre de 1951 Rogelio Martínez presenta una de sus más connotadas creaciones; el exitazo “Sun Sun Ba Bae”, que tiene en Bienvenido, Caito y el propio Rogelio sus primeros interpretes, naturalmente con el respaldo musical de La Matancera. Algunas de las incontables versiones de esta canción han sido presentadas por: El Conjunto Casino, Merceditas Valdés, Xavier Cugat, Tito Rodríguez, José Curbelo con la vocal de Tony Molina, Roy Domínguez, Oscar D león…
Vienen otras composiciones de Rogelio como: Matiagua, grabada por Celia Cruz, en Colombia la grabo nuestro Joe Arroyo, “Chango” grabada por Celia Cruz, “Vuelve Alma Mía” interpretada por la Puertorriqueña Carmen Delia Dipiní “Eres el motivo” interpretada por Nelson Pinedo; “Solo por rencor” interpretada por Vicentico Valdés, “Ojos Malos “interpretada por Bienvenido Granda.
En el año de 1955, para el mes de febrero visitan Colombia ingresando por la Costa Atlántica, el 20 de febrero se presenta en la ciudad de Medellín y luego llegaron a Bogotá; infinidad de inolvidables presentaciones en la ciudad de Santiago de Cali y diferentes ciudades de nuestro país.
Posiblemente queden algunos nombres sin relacionar, pero es innegable su influencia en la carrera musical de talentos como Celia Caridad Cruz, quien en el 1950 para el primer día de agosto, ingresa en sustitución de Myrta, la sostiene y convierte en gran figura, Daniel Santos, al decir del propio Rogelio “Yeyo” Martínez le fue presentado directamente por Pedro Flores en el Havana Sport; Celio González, Vicentico Valdés, Estanislao “Laito” Sureda, Nelson Pinedo, Alberto Beltrán, Yayo el Indio, Leo Marini, Carlos “Argentino” Torres, Bobby Capó, Miguelito Valdés, Jorge Maldonado, Justo Betancourt, Toña La negra, Olga Chorens y Tony Álvarez, Manuel “Puntillita” Licea, Ismael Miranda, Rodolfo Hoyos, Miguel De Gonzalo, Carmen Delia Dipini, Ray Caney, Gloria Díaz, Johnny López, Elliot Romero, Gladys Julio y un sinnúmero de instrumentistas, además de los de planta; como “Chocolate” Armenteros, Junior Vega, Bomberito Zarzuela, Avelino Muñoz, Javier Vásquez, Elpidio Vásquez, “Papaíto” Muñoz, Johnny Pacheco, Patato Valdés, “Tata” Guines. etc.
Todo ello gravito sobre el éxito alcanzado por la Sonora Matancera.
Un pequeño resumen estadístico nos muestra lo que fue la Sonora Matancera con Rogelio Marrtinez donde los dos primeros años no estuvo, sin embargo lo hizo en todas las grabaciones del conjunto Yumurino:
1.057 grabaciones originales; 46 cantantes de 9 nacionalidades dejaron su voz en el acetato. De ellos 11 mujeres (24%). Por este meridiano sonoro pasaron 26 cubanos (57%), 11 puertorriqueños (24%). Se incluyen también dos colombianos (4%), dos argentinos y dos mexicanos. Ubicamos además a una haitiana, un venezolano, un uruguayo y un dominicano. 29 cantantes realizaron coros; 22 cantantes fueron acompañados en sus actuaciones sin llegar a grabar.50 instrumentistas han actuaron; 12 sellos disqueros acogieron sus grabaciones; 52 ritmos musicales estuvieron presentes en sus trabajos; 8 películas incluyeron a la Sonora Matancera; visitaron 29 países han visitado, muchos de ellos en más de una ocasión.
No podría menos que esperarse que la década de los cincuenta fuese esplendida como efectivamente ocurrió, con múltiples grabaciones y presentaciones de carácter local e internacional, todo ello sin duda influido con la Gerencia de Rogelio.
El resultado de todo este trabajo visionario, se ve reflejado en el premio y reconocimiento obtenido como el primer Conjunto típico cubano en el 1957, galardonados por la Unión de periodistas de la radio y televisión cubana, a partir de allí son incontables el número de premios y condecoraciones.
El 15 de julio de 1960, sale Rogelio con el colectivo rumbo a México para cumplir compromisos adquiridos desde diciembre del año anterior, esta fecha se vuelve histórica ya que dadas las condiciones políticas que empiezan a imperar en la Isla se convierte en un viaje sin regreso, dejando atrás los logros alcanzados y el eco de sus inmortales actuaciones en la geografía cubana.
Vienen en consecuencia las presentaciones y grabaciones en México donde se ganan el reconocimiento del público, permaneciendo en este país hasta el 1962 viajando inicialmente a Venezuela y luego escogiendo Nueva York como su último lugar de residencia.
Rogelio y el colectivo conmemoraron en el 1983 los SESENTA Y CINCO AÑOS de la Sonora Matancera, actuando en sendas presentaciones el 1 de junio en el Carnegie Hall y el tres 03 de junio en el Central Park, siendo está multitudinaria presentación la última gran actuación de la Sonora Matancera y sus estrellas.
Lamentablemente el domingo 13 de mayo de 2001, a la edad de 96 años Rogelio Martínez Díaz fallece en la ciudad de Nueva York y con su partida también se nos fue la Sonora Matancera; agrupación a la que perteneció por espacio de setenta y cinco años.
Fue Rogelio Martínez Díaz, responsable del éxito alcanzado por la Sonora Matancera, la que hoy consideramos inmortal, tenia injerencia en la escogencia del repertorio, de los músicos, de los uniformes, concretaba los contratos, atento a los pagos de nomina, de los horarios, de los viajes, tal vez al menos en un medio cercano, visto con cierto desdén por ser considerado por muchos impositivo, lo que definitivamente es claro es que se convirtió en el motor de un colectivo, que logro internacionalizar y hacer trascender en el tiempo.
No hemos podido determinar porque la agrupación Yumurina, no continuo su trabajo al fallecer Rogelio, pues al parecer por escritura pública Elpidio Vásquez había sido nombrado sucesor en la dirección musical del Conjunto; tal vez podríamos concluir que la flamante Sonora Matancera desapareció de los escenarios con el fallecimiento de Rogelio; hoy solo nos queda vivir de la música que heredamos, pues hoy debemos asumir ese 13 de mayo como la fecha de partida de Rogelio Martínez y la disolución de la Sonora Matancera. PAZ EN SU ALMA.
FUENTES CONSULTADAS.
Rogelio Martínez El genio de la Sonora Matancera.- Javier Martínez de Pisón.
Historia de la Sonora matancera y sus estrellas Héctor Ramírez Bedoya
Ochenta años de La Sonora Matancera.- Prof. José Portaccio Fontalvo
NOTAS:
1.- Los tres guitarristas se retiran en el 1926, ingresan el cantante Eugenio Pérez y el hijo de don Manuel “Cao” Díaz, Carlos a quien empezaron a llamar “Caito”.
2.- Dos años después la Víctor es adquirida por la multinacional RCA, conservándose el logo del gramófono y el perro.
3.- El contrato se prorrogo por espacio de 27 años.
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Bogotá - Colombia
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