GONZALO ROIG.- INMORTAL

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Han pasado tantos años desde esa primigenia ocasión en la que se quedo en mi memora un cantico de casa en la voz de mi querida madre, mientras adelantaba las quehaceres del hogar; pieza que en su voz tomaba un sabor tierno, acogedor y en realidad muy cálido; lejos de imaginar que estaba frente a una de esas canciones que iría de generación en generación y que para el momento de compartir estas líneas bordea los CIENTO TRES AÑOS; sintiendo que con el paso de los años, gana en frescura, demarcando un sentimiento que hace presencia en cualquier momento. 

En este día, cuando se cumplen CUARENTA Y CUATRO años de la partida física de su sinfónico compositor, recordamos esta emblemática canción nacida de su talento creativo, nos referimos a la inmortal “QUIEREME MUCHO”, de la pluma melódica de don GONZALO ROIG. 

Julio Gonzalo Elías Roig Lobo, como fuera su bautismal, fue responsable que esta preciosa melodía, haya pasado entre generaciones y siga tan campante; nacido el 20 de julio de 1890 en la Habana Cuba, fue quien con su talento puso la melodía a la canción cuya letra en su primera parte, se atribuye a Ramón Gollury, a quien se le conoció con el pseudónimo de Roger de Lauria y la segunda al español Agustín Rodríguez, siendo escrita en el 1911, titulada originalmente como "Serenata Cubana"; habiendo correspondido el honor de su estreno al tenor Mariano Meléndez. 

QUIÉREME MUCHO 
Quiéreme mucho, 
dulce amor mío, 
que amante siempre te adoraré. 
Yo, con tus besos y tus caricias, 
mis sufrimientos acallaré. 
Cuando se quiere de veras, 
como te quiero yo a ti, 
es imposible, mi cielo, 
tan separados vivir. 

Sin lugar a dudas este adelantado de la música cubana, ya desde sus escasos 12 años iniciaba sus estudios de solfeo, teoría musical y piano, apoyado por la Asociación de dependientes de comercio de la Habana, para luego complementar sus estudios en armonía, contrapunto, fuga y composición, en el Conservatorio Carnicer graduándose con honores en el Conservatorio Nacional de Música de la Habana. 

Con tan solo quince años de edad, inicio su fructífera carrera profesional como pianista y compositor; a los 17 ya hacia presentaciones en el afamado Teatro Martí, como violinista y como si fuera poco a los 32 años es artífice de la creación de la Orquesta Sinfónica de la Habana, convirtiéndose en su director a partir del 29 de octubre de 1922. 

Cinco años después, recibe el nombramiento como Director de la Banda Municipal de Música de la Habana; cargo que ocupo por espacio de cuarenta años. (1) 

En su desarrollo y aporte musical la década comprendida entre el 1929 y 1938, se convirtió en leyenda; en ese interregno, funda la Orquesta Ignacio Cervantes (1929), para iniciar la nueva década, viaja a los Estados Unidos para cumplir la invitación de este país para dirigir las bandas del Army americano (U.S. Army Band, U.S. Soldier's Home Military Band, U. S. Marine Band y U. S. Navy Band), no cabe duda que allá, deja su trascendental huella, frente a la difusión de la música cubana. 

Para el 26 de marzo de 1932 estrena en el Teatro Martí, su obra cumbre en el campo de la Zarzuela otra inmortal “Cecilia Valdés”; basándose en la afamada novela escrita por el pinareño Cirilo Villaverde en el 1839; contando con los libretos de Agustín Rodríguez y José Sánchez Arcilla; Roig, otorgo el papel protagónico a su novia de la época, la soprano mexicana Elisa Altamirano. (2). Para la crítica especializada esta es la obra cumbre del teatro lírico cubano; que a pesar del convulsionado ambiente político, Roig, logro presentar en cien oportunidades la renombrada obra. 

A efecto de hacer claridad entre los coleccionistas, es menester mencionar que fue tan solo en el 1948, que se llevo al surco la obra “Cecilia Valdés”, para el sello Montilla, con reedición de Ángel Records; donde participan entre otros: Martha Pérez como Cecilia Valdés, La Ponceña Ruth Fernández como Dolores Santa Cruz y Francisco Naya como Leonardo. 

Para 1938, funda la ópera Nacional de la Habana; además de la Sociedad, La unión y Federación de Autores de Cuba, con el ánimo de proteger los derechos de autor. En ese mismo periodo dirigió las orquestas de las reconocidas estaciones de radio de la Habana COCO, CMCK y CMQ 

Este extraordinario director, interpreto con las orquestas que dirigió obras de Mozart, Juan Sebastián Bach, Félix Mendelssohn, Beethoven, Giuseppe Verdi, Schubert, Richard Wagner, José Strauss, en lo domestico obras de Lecuona, Anckermann, Prats, etc, convirtiéndose en artífice de la difusión de la llamada música culta en la Isla y fuera de ella. No es el ánimo de este escrito idealizar al director y compositor, pero es claro para quienes han analizado su obra; que junto a Lecuona, han sido referentes de un proceso musical dentro de un contexto social que enfrentaba la Cuba de la época. 

Sobre el particular Leo Brower al referirse al maestro destacaba en uno de sus apartes: “….. Cuando analizamos a Roig y Lecuona como productos derivados de su época, adquieren mayor valor para la historia de nuestra música, porque es importante estar en una sociedad y dar un producto que en un momento determinado revuelve a esa sociedad, aunque sea indirectamente. Y Roig logró ofrecer ese producto, como creador”. 

Pero en un sentido práctico, tal vez parodiando lo que afirmaba el músico e investigador cubano Leonardo Acosta en su obra “Del Tambor al sintetizador”, cuando se refería a García Caturla y Amadeo Roldan; creemos que al maestro Gonzalo Roig, también lo sentimos dentro de lo culto como en lo popular, no solo en su vida personal sino además dentro de su labor musical; encontramos composiciones dentro de lo popular como: “Amalia Batista”, “Fantasía Cubana”; “Ave de paso”, “Las Mulatas”, “La Guajira del Yumuri”, “Vendedor de periódicos”, “Como tú”, Bilongo mato a Merced”, “Nadie se muere de amor”, “Ojos Brujos”, “Mosaico musical cubano”, “Yo te ame”, “Mi clave canta”… 

Con la llegada del régimen a partir de 1959, por su posición política, fue quedando en el olvido, siendo relegada la difusión de su obra, limitándose a continuar siendo el Director de la Banda Municipal, siendo su última actuación pública el 27 de mayo de 1970; cuenta la historia que residió en la habana en la denominada Casa de amistad 404, hasta su deceso el 13 de junio de 1970; siendo sepultado en el cementerio de Colon. 27 años después esta vivienda se desplomo, dejando solo en el recuerdo de sus predecesores, visos documentales de su magnifica obra. 

Retomando nuestra recordada canción de infancia, es oportuno mencionar que Roig, no escapo a las noches de bohemia propias de la juventud, unidas a su extremado gusto por la música, junto a su gran habilidad y conocimiento para componer y arreglar música; decíamos que esta pieza musical fue inicialmente conocida como “Serenata Cubana”, sin mayor trascendencia; fue dedicada por Gonzalo Roig a su amor de juventud Blanquita Becerra, que incluía juramentos de amor eterno y hasta pacto de suicidio, no llevado a la práctica por un circunstancial transeúnte nocturno en el parque Central; felizmente años después cumpliendo un encargo musical Gonzalo Roig, desempolva su fallida obra, siendo curiosamente interpretada por Blanquita Becerra y Rafael Llorens, tomando en definitiva el nombre con el cual le conoceremos por siempre: “QUIEREME MUCHO”. Gracias Maestro Roig. 

“Quiéreme mucho, dulce amor mío, que amante siempre te adoraré. Yo, con tus besos y tus caricias, mis sufrimientos acallaré. Cuando se quiere de veras, como te quiero yo a ti, es imposible, mi cielo, tan separados vivir”. 

NOTA DEL AUTOR “Pieza dedicada a mi amada Madre: Carmen”. 

FUENTES CONSULTADAS. 

 “Música cubana, del Areyto a la Nueva Trova”.- Cristóbal Díaz Ayala 
 Gonzalo Roig, Dulcida Cañizares, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1978. 
 Gonzalo Roig. “Apuntes históricos sobre nuestras bandas militares y orquestas”. 
 Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2007. Radamés Giro. 

NOTAS.- 

1.- Por cosas de la política en el periodo del Machadato, pierde temporalmente su cargo como director el cual recupera una vez Machado sale del poder. 
2.- Al parecer quien estrenaría la obra “Cecilia Valdés” seria la cantante Caridad Suárez, pero el maestro Roig se decidió finalmente por Elisa Altamirano. Esta afamada novela de Villaverde ya cumplió 212 años. La segunda Cecilia Valdés fue la gran Rita Montaner tres años después de su estreno.

Por Carlos Molano Gómez
Bogotá - Colombia
Derechos reservados de Autor.
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